Carta a una educadora

Querida compañera de viaje,

Gracias por tu esfuerzo y dedicación. Gracias por tu infinita paciencia y amor a los niños y niñas que cuidas, enseñas y mimas a diario. Porque estás agotada y aún así no borras la sonrisa de tu cara con la única intención de crear un ambiente acogedor en el aula para tus pequeños.

Cubres sus necesidades básicas, tanto físicas como emocionales y además programas y creas material estimulante hasta las tantas de la noche y eso, compañera, merece todo el reconocimiento del mundo. Todavía las escuelas infantiles son consideradas como "guaderías" y sé que tu trabajo no es guardar niños como si estuvieras en un parking. NO. Tú educas, tú te esfuerzas por que las bases emocionales de los niños sean lo más adecuadas posibles para que crezcan sanos y felices. Tú mereces ese reconocimiento que no tienes.

A veces te sientes sobrepasada por la cantidad de trabajo, por las exigencias de dirección o por las emociones que traen tanto niños como padres y madres en sus maletas, y claro, te desbordas. ¡Está bien! Llora. Enseñas a los niños que llorar es parte de ellos y también es parte de ti. Explora tus límites. Solo así sabrás hasta dónde quieres llegar en tu trabajo.

Quiero que sepas que te comprendo. Es un trabajo precioso, gratificante en muchos aspectos, que te hace tener ganas de mejorar curso tras curso, que te recarga de energía positiva cuando tienes un mal día; pero, como todos, tiene su parte negativa. 

Con esto, quiero que reflexiones cuál de las dos partes tiene más peso en tu vida: 



¿Cuánta energía positiva traes contigo del cole? ¿Cuántos días llegas llorando? ¿Te sientes valorada? ¿El equipo directivo escucha tus propuestas? ¿Consideras que hay mejoras de un curso a otro? ¿Te hace realmente feliz lo que haces, y dónde lo haces? O, ¿te gustaría aspirar a más pero la situación que te acompaña no te ayuda a dar el paso? ¿Qué emociones están llenando tu maleta? Escribe esto en una libreta y acude a ella tantas veces como lo necesites.



Como ya he contado en otras entradas, para mí dar el paso fue duro pero me ha hecho muy feliz. Por otro lado, conozco compañeras que son felices donde están y con lo que hacen, por su forma de gestionar las diferentes situaciones que tienen que afrontar o por cualquier otra razón, todas válidas por supuesto.

Si tienes dudas, o si has pasado por esto y quieres compartir tu experiencia, aquí me tienes. Te leo 😊

Feliz semana 💜

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